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viernes, 10 de noviembre de 2017

Valar morghulis

Todos los hombres mueren. A cada porco lle chega o seu San Martiño. Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverterem. La vida son dos días.

Por eso hay que reír y cantar y amar y bailar y hacer que cada día sea un poco más luminoso para todos los demás, y contar historias y preguntar a la gente por las suyas. Y gritar en tonos mayores letras absurdas de Siniestro Total y de Boney M.

Y viajar y probar comidas raras y emborracharse con gente que no habla tu idioma, y correr, y saltar, y quemar energía, y que tu cadera genere más entropía que tu caldera, y cuando la pálida dama llegue, no desperdiciar la ocasión de ver qué tal besa.

Y no dejar de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

¡No te detengas!