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jueves, 21 de noviembre de 2013

Las letras del Teatro Fernán-Gómez

Última hora: las han vuelto a poner.

Que han privatizado el Teatro Fernán Gómez. Y que les parecía muy largo y engorroso tener su nombre en la fachada, así que ayer quitaron las letras:

así era la semana pasada



Responsables: Ana Botella, que está privatizando los teatros de Madrid, entre otras cosas; y José Tono, el flamante responsable del teatro.


Me cago en España, en serio.

sábado, 9 de noviembre de 2013

El abuelo

Acabo de terminar El Abuelo, drama en cinco actos de Benito Pérez Galdós, cuya adaptación al cine por parte de José Luis Garci es una de mis películas preferidas. Al margen de la impresionante actuación y el carisma de Fernando Fernán Gómez, que se come la pantalla, el argumento de la obra siempre me encantó. Por ello, después de que mi amigo Fernando, en uno de nuestros paseos por Madrid, me comentase que acababa de adquirir una primera edición, me apeteció mucho leerlo. Me lo dejó hace algo más de un mes.

La edición es una reliquia de 1917 que encontró por cuatro duros; Fer es un coleccionista de libros. Las hojas son de color marrón por el paso de los años, pero en general se encuentra en muy buen estado. La contraportada sirve de soporte para numerosos anuncios de deliciosa antigüedad.



La obra se desarrolla en 52 páginas (así que si encontráis una edición moderna con ciento y pico será la mitad paja), y en ella se echa en falta numerosos diálogos o giros de la película (con el discurso de Albrit que enlacé antes como mejor ejemplo) que fueron los que más me gustaron en su momento. Sin embargo, como ya me había dicho mi amigo, me ha fascinado. Los diálogos, las exhortaciones del Conde, las caracterizaciones de los personajes con nada más que dos pinceladas y la evolución de los protagonistas son asombrosas para un drama de esta longitud. Si se puede decir algo en su perjuicio, es que sea algo ñoña, pero creo que hay que leerla con ganas de cautivarse con la triste historia de Albrit, la falda de la cuesta abajo que ha sido su vida.

Me ha parecido imprescindible, tanto si uno ha visto la película como si no.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Pablo García-Fogeda Núñez

Conocido principalmente por Fogeda, o como yo prefiero, "Pablo", es el catedrático de Vibraciones de mi escuela, en solitario desde el fallecimiento de Jesús López. Es un hombre brillante, con un insondable conocimiento de los fenómenos aeroelásticos. Y es muy, muy serio. El tipo de profesor que no te deja entrar si llegas dos minutos tarde. O que no te recoge el examen si te ve escribiendo después de decir "dejen de escribir".

Es tan serio, que cuando alguna vez hace una broma en clase, la gente apenas se ríe, porque tardamos en comprender que se trata de un chiste. Análogamente, otras veces dice cosas en serio, pero muy sorprendentes, y nos pensamos que bromea y nos reímos:  "Aún no han inventado un muelle que cuando tires de él, empuje. Aunque están trabajando en ello [risas entrecortadas y pausa]. Es verdad, no os riáis [más risas]". Todo con una cara como de preocupación.

Me lo imagino de niño en una fiesta de cumpleaños, sentado en un extremo de la mesa comiendo sángüises de nocilla con cara de pocos amigos, pero enterándose de todo y pasándoselo muy bien. Somos nosotros los que no entendemos a Pablo, y no al revés.

En una ocasión un alumno llegó cinco minutos tarde y Fogeda le soltó "¡No se puede entrar! Si total, ya estamos terminando."