Pues el otro día saqué del congelador un par de contramuslos de pollo y al día siguiente, que creo que fue jueves, me encontré en la tesitura de cocinarlos. Me apetecía hacer algún guiso y que no fuera muy indio, que a veces somos un poco monotemáticos Iris y yo. Total que corté puerro, zanahoria y pimiento rojo y los puse a sofreír. Luego rescaté una patata de la despensa, que no sé de quién era pero que hace tiempo que tuvo que haber sido comida. Pero bueno, mala no estaba, y la añadí a todo esto. Ah, y sal también, ojo.
Cuando las verduras estaban tiernas eché el pollo a la sartén y cuando éste estaba dorado fue cuando llegó la cerveza. Otras veces que he visto hacer esto la gente vierte una cantidad bastante tímida. Yo decidí que quería saborearla bien, así que usé un tercio de una lata, o sea unos 100 ml. Entonces se puso todo a cocer, y en el momento en que se había evaporado la mayor parte de la cerveza, y la salsa tenía bastante cuerpo, lo apagué y lo serví.
La zanahoria quedó un poco dura, como siempre; pero todo sabía a cerveza sutilmente, añadiendo y no sustituyendo, con lo cual me quedé muy contento. Lo repetiré en el futuro, seguro.
Los guisos son unos de los mejores platos y normalmente muy nutritivos. Tu problema con las zanahorias puede deberse a que sean de mala calidad, estén viejas...Córtalas en trocitos más pequeños, nada más cortar la base del sofrito - puerro o cebolla o ambos- para que se hagan bien. No les pasa nada por quedar un poco crudas : para los franceses uno de los problemas de la cocina española es que cocemos demasiado las, verduras, dixit!
ResponderEliminarTiene muy buen aspecto; probaré la receta la próxima vez que cocine pollo.
besos de la madrequeteparió