En Pune tuvimos la ocasión de visitar un templo de Krishna de ISKCON en el que unas mujeres se dedicaban a coser guirnaldas de flores frescas, con motivo de la celebración de Diwali. Todas las tejedoras de flores habían ayunado ese día. |
|
En Benarés, después de las aathi poojah o ceremonias vespertinas de adoración a la Madre Ganga, los asistentes hacían cola hacia las imágenes divinas, como si fueran a comulgar. Al alcanzar el ídolo, se abalanzaban sobre éste, tocándolo frenéticamente, como si fuera una oportunidad única. Un hombre custodiaba el lugar y apartaba a gritos y palos a la gente que a su juicio se propasaba, pero estas personas insistían, ansiosas de aprehender lo divino por un instante.
Todas las mañanas, la orilla del Ganges se llenaba de fieles realizando ofrendas a los dioses. Es el equivalente a ir a misa de doce, pero con mucho más color y desorden, como es la India:
Los famosos baños en el río Ganges son otro ejemplo de la devoción hindú. La gente se apelotona en los ghats, las escaleras que descienden hasta el agua, para lavarse en estas corriente sagrada. Indios de ambos sexos, todas las edades y clases sociales, se sumergen en las francamente sucias aguas del Ganges a diario:
Me gustaría añadir más fotos, pero ¡es tarde y mañana hay que trabajar! Otro día, más
Todas las fotos de esta entrada son propiedad de Iris Astor Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario