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lunes, 30 de marzo de 2015

Comida de hoy

¡Hacía mucho de estas entradas! Y la verdad es que hace mucho que no escribo como escribía. No os voy a aburrir con detalles; antes bien, trataré de escribir un poco más.

Hoy cocinamos Iris y yo una sencilla receta de pasta, que creo que vio ella en alguna parte. Consiste en macarrones con calabacín y salsa de guacamole y ajo. Y mi plato llevaba también salchichas de cóctel.

Usamos:

-- medio calabacín.
-- medio aguacate.
-- un diente de ajo grande, pero que quedó en un diente de ajo normal porque tenía un poco de moho y quitamos esa parte, pero el resto del ajo estaba bien, no os penséis.
-- macarrones, que en nuestro caso eran integrales.
-- unas cuantas salchichillas de cóctel (las pequeñitas, hombre).
-- una poca limón.
-- leche de arroz (existe, lo juro).
-- sal y pimienta.

El calabacín lo hicimos a la plancha previo microondas (para cocerlo y que se ablandara). En cuanto a la salsa de aguacate, no hichimos más que cortar el ajo en láminas, dorarlo en la sartén y batirlo con el aguacate y una cucharada de leche de arroz. Si no tenéis leche de arroz, podéis usar nata, pero será más gocho todo. Luego le añadimos algo de jugo de limón y salpimentamos, que es un verbo muy divertido. Salpimentar.

Luego se junta todo, cosa que ya podíais haber imaginado.

Sal-pimentar
Como he dicho, yo añadí unas salchichillas, que quedaron mejor de lo que me esperaba, pero la nena no come carne, ya saben ustedes. ¡Estaba todo muy bueno y lo recomendamos!


domingo, 29 de marzo de 2015

Bebidas indias (2)

Hablando con Iris recordamos que sí tenemos fotos tomando chai. Concretamente, en Benarés, el barquero al que contratamos mediante el hotel nos invitó a esta bebida. El barquero se llamaba Dablu, y era bajito y ancho de hombros. Aparentaba treinta y pocos, aunque probablemente tuviera veintialgo, sonreía mucho y mascaba paan. Vivía en una casita de cañas al lado del río, sobre unos ghats (las escalinatas famosas).

Uno de los días que tenía que llevarnos se durmió y no apareció hasta que nosotros ya nos habíamos ido a pasear por la ciudad. Cuando nos vio, más tarde, se deshizo en disculpas y nos prometió que al día siguiente no faltaría. Así fue, puesto que llegó media hora antes de lo convenido, que eran las seis de la mañana (para ver amanecer en pleno Ganges). Y por congraciarse con nosotros fue por lo que nos invitó:



domingo, 8 de marzo de 2015

Bebidas indias

La bebida más emblemática de la India es el té, como ya sabréis. Concretamente, el que más se ve es el Masala Chai, té negro con una mezcla de especias picantes, que se toma con leche y azúcar. Los indios están todo el día bebiéndolo en vasitos pequeños de plástico o cerámica. Numerosos puestos ambulantes lo venden en la calle; en las tiendas te lo ofrecen mientras te enseñan el género; en el tren, en cada parada entran vendedores chillando "garam, garam chaiiiii, garam, garam chaiii!".

Curiosamente, no tenemos ninguna foto de chai de nuestro viaje de otoño, pero sí de otras bebidas:

me bebo un coco 
Tienen en India un Kas de limón que se llama Limca y sabe regular. A Iris le gusta, a mí me parece un poco esaboría.

merendando en una azotea en Udaipur...
También existen varias cervezas, como la Kingfisher, que es bastante famosa y bastante decente. La Cobra, en cambio, es una mierda. El resto del alcohol brilla por su ausencia: los cubatas estaban restringidos a Goa y sus bares playeros, el vino ni lo vimos.

... y cenando en una azotea en Udaipur


Pero lo mejor de lo mejor eran los zumos de Goa, hechos con fruta tropical fresquísima:

si sólo hay que ver lo feliz que está

Aunque no os engañaré: lo que más bebimos fue agua. Nos bajábamos un par de botellas al día simplemente caminando por la calle, más lo que bebiésemos en las comidas...

pani, pani!

lunes, 2 de marzo de 2015

DEP Meseguer

Ayer falleció José Meseguer, catedrático de Aerodinámica de la ETSIA. El cangrejo se llevó a uno de los mejores académicos de España. 

Meseguer era un erudito, un hombre con un extensísimo conocimiento de su materia, un lujo como profesor. Junto con su inseparable Ángel Sanz me enseñó todo lo que sé de Aerodinámica, tanto a través de sus libros como de sus clases, que llevaré siempre en el recuerdo. En los años venideros, podré decir con orgullo "yo fui alumno de Meseguer". Cada vez que recurra a sus manuales, cada vez que trabaje con un túnel de viento, cada vez que entre en un tren de alta velocidad, cada vez que vea volar a los pájaros, recordaré la mente preclara de este pequeño gran hombre.

Descanse en paz, profesor.