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domingo, 11 de diciembre de 2016

La vida en Wiltshire


Este año estoy poco escritor, la verdad. Pero aquí sigo en la casa ("Seedwood Cottage") de Malmesbury, con Ben, Gareth, Farai y el gato Arkham. Farai se ha doctorado y se ha sacado el carnet, Ben me ha robado un calcetín sin darse cuenta y a Gareth, que es un robusto doctor de espesa barba roja, resulta que le dan miedo las pelis de miedo. Que se niega a verlas, vamos.

Además de esa gente, también congenio bastante con Good Tom Middleton y Jolly Juliet Luff, que vienen de cuando en cuando a jugar a juegos de mesa los martes por la noche (Aquí le llaman noche a lo que nosotros diríamos tarde, pero tiene sentido porque es de noche). Las dos últimas veces jugamos a uno que no es muy conocido, Cornish Smuggler, en el que tratas de pasar contrabando en Cornualles sin que te pillen las autoridades. Es un juego buenísimo y estoy pensando en adaptarlo a Galicia dalgún xeito; además, la última vez gané yo.

Luego está el grupo de escalada, que es bastante amplio (eso sí, 95% Dyson), y que está en constante expansión. Casi todos los miércoleas vamos a rocódromos en Bristol (y ocasionalmente a Swindon) y escalamos durante un par de horas. Además, con mi equipo de compañeros de trabajo he ido un par de veces. Cosas que organiza mi jefe de team building. Yo no me voy a quejar.

La semana pasada vino a visitarme Iris durante cuatro días, con eso del puente de diciembre. También se acercaron Elena Lledó y su novio Draz. Elena es compañera de la carrera de Iris, y estuvo trabaja ndo en Holanda y ahora vive en Londres con Draz, que es serbocroata holandés. La historia de Draz es bastante impresionante: entre otras cosas, acabó en Holanda porque su familia tuvo que huir de Yugoslavia durante la guerra de los Balcanes.

Con la agradable pareja y con un coche alquilado nos dimos otra vuelta por los alrededores, incluyendo las termas romanas de Bath. Estas constituyen un museo muy recomendable por lo detallado de las explicaciones además de por la propia arquitectura. Al contrario de lo que pensábamos, no se puede bañar uno. Si lo quieres hacer, has de hacerlo en otros establecimientos que, eso sí, usan la misma agua, al parecer.



El domingo estuvimos de visita por Malmesbury y otros pueblos de alrededor, como Tetbury o Nailsworth. Resulta que Malmesbury, como he descubierto recientemente, está dentro de una reserva natural (más bien un área de "Outstanding Natural Beauty"), llamada los Cotswolds. Es básicamente un conjunto de paisajes verdosos, pueblos de piedra y carreteras horribles. En Nailsworth había estado una vez con Gareth, que me llevó en coche para practicar (resulta que se sacó el carnet hace quince años y no se acordaba de conducir y ha tenido que ir a clases y todo) pero luego resulto ser una treta para llevarme a una pescadería buena y compró mejillones y los hizo para que cenásemos los dos. En Tetbury había estado en el Tesco.

Creo que ya he dicho alguna vez que los cementerios en este país son... diferentes

Jardín de la Iglesia de Tetbury. Hacía cerca de 0 grados...

...así que nos pasamos bastante tiempo en los pubs (The Old Bell, "el hotel más antiguo de Inglaterra")
El lunes trabajé, e Iris me esperó en casa para ir a escalar conmigo a Swindon. Allá nos fuimos (los dos solos, porque mis compañeros no se apuntaron) en nuestro coche alquilado por la carretera oscura como boca de lobo, tardando muchísimo por tal motivo. Pero luego escalamos unas cuantas paredes, e Iris comprendió que esté tan enganchado.

la seguridad es importante y por eso hay un extintor


Al día siguiente la llevé al aeropuerto de Bristol en el coche alquilado (que devolví en el aeropuerto también), y nos separamos con un nudo en la garganta. Aunque la Navidad ya está encima y me pasaré en Vigo de Nochebuena a Reyes, pero cada vez cuesta más la separación, ay...

Al llegar a casa después del largo retruécano necesario para venir de Bristol, me encontré con un inesperado regalo de Abel desde Budapest: un libro llamado What If? que responde a preguntas absurdas con gran rigor científico y una buena dosis de humor. Y me lo he terminado en cuatro días, y os lo recomiendo para pedir a los Reyes. 

Y por último, hoy me ha visitado Cerrolaza, amigo de la Escuela, que está trabajando en Bournemouth esta semana. Se ha cogido el coche desde allí vía Salisbury y Stonehenge y hemos comido juntos, tras un agradable y exhaustivo paseo por Malmesbury.

¡Otro día más!

P.D.: 

hay un señor que hace estas fotos en Malmesbury, al parecer

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