Mañana a mediodía mi amigo Alberto (el Judío) comienza un viaje, por ahora sólo de ida, a Canadá. El plan consiste en casarse con su novia, Adrienne, y empezar una nueva vida allí, trabajando tal vez como profesor de castellano o como entrenador de baloncesto de chavales. Esta noche lo hemos despedido los amigos con unas cervezas en El Centinela de Quevedo.
Conocí al Judío en el colegio mayor, de novatos, pero hasta el año siguiente no nos hicimos amigos. Conversaciones sobre música, la vida o la política, conversaciones en suma propias de universitarios de 19 años, fueron las que desarrollaron la relación entre nosotros. Su profundo sentido crítico y su enorme cultura me sorprendieron entonces como lo hacen ahora. Más adelante pasé a admirar su ingenio para los juegos de palabras y el absurdo, difícil de encontrar por la parsimonia con la que tiende a expresarse.
En el seno de nuestro grupo del Covarrubias fueron siempre motivo de chanza sus desventuras y achaques, ocasionados tal vez por una actitud un tanto pesimista y lacónica. El paso que da ahora, dejando atrás su familia, su carrera, su país y sus amigos, es el contrapunto de aquella. Un acto de valentía y determinación que nos deja asombrados a los que lo conocemos bien.
Judío, ánimo. Las dificultades aparecerán, es la vida; pero gran parte de la solución es la actitud con que las enfoques. Eres capaz de lo mejor, si te lo propones. Tus amigos confiamos en ti.
Conocí al Judío en el colegio mayor, de novatos, pero hasta el año siguiente no nos hicimos amigos. Conversaciones sobre música, la vida o la política, conversaciones en suma propias de universitarios de 19 años, fueron las que desarrollaron la relación entre nosotros. Su profundo sentido crítico y su enorme cultura me sorprendieron entonces como lo hacen ahora. Más adelante pasé a admirar su ingenio para los juegos de palabras y el absurdo, difícil de encontrar por la parsimonia con la que tiende a expresarse.
En el seno de nuestro grupo del Covarrubias fueron siempre motivo de chanza sus desventuras y achaques, ocasionados tal vez por una actitud un tanto pesimista y lacónica. El paso que da ahora, dejando atrás su familia, su carrera, su país y sus amigos, es el contrapunto de aquella. Un acto de valentía y determinación que nos deja asombrados a los que lo conocemos bien.
Judío, ánimo. Las dificultades aparecerán, es la vida; pero gran parte de la solución es la actitud con que las enfoques. Eres capaz de lo mejor, si te lo propones. Tus amigos confiamos en ti.
No jodas, ¿marcha ya? yo pensaba que sería para el próximo año...
ResponderEliminarNo puedo imaginar un CovaRock sin él, ahí detrás, cigarro en mano, sin imponer su criterio o exigir explícitamente a los demás más de lo que podían dar... y sin embargo una gran fuente de inspiración. Sin duda uno de los grandes personajes carismáticos del Mayor.
Le recordaremos, claro que sí.
Concho, Javier, que hablas como si se acabara de morir. :P
ResponderEliminarGrande, eso son agalllas!!
ResponderEliminar