Páginas

domingo, 8 de abril de 2012

19 horas de cumpleaños

El viernes, Javier Cerviño cumplió 25 años (Lezana también, conste, e Iris al día siguiente). Para celebrar tamaño evento nos juntamos la guardia pretoriana y los alegres asociados en casa de Pablito y Bea, que se mudaron a la misma hace nada. El plan era churrascada por la tarde y luego marcharnos a Beluso (parroquia de Bueu), a la casa que el bueno de Cerviño (padre) ha convertido en un artículo de revista de viajes, para comer más y pasar la noche.

esta es la de Pablo y Bea
La casa de Pablo y Bea está cerca de Chaín (o de Gondomar. Sitios vigueses campestres) y es enorme para dos personas, con un hermoso jardincete (en Galicia esto se llama finca), dos pisos, cochera, cobertizo y barbacoa. Tienen incluso una huerta en proyecto, que me da que cuando la vuelva a ver estará produciendo ya. Vamos, está que te cagas. Es una casa fría, como todas las casas del Atlántico, pero no nos arredramos ante tales cosas. Para eso íbamos a hacer fuego. 

"Échale más de esto. Verás qué bien."
A eso de la una ya estábamos quemando leña, opinando sobre cuánta brasa nos iba a hacer falta para ocho quilos de churrasco y bebiendo la mejor cerveza de España. Y disparando con escopetas de bolas, poniendo música del Xabarín club y jugando con un boomerang... que acabé mandando al tejado segundos despés de que Pablo dijera: "el que lo guinse va a por él". No fui a por él. Me habría pillado la lluvia, por cierto.

Y es que como a las tres empezó a llover y recibimos la noticia de que los Montys (que celebraban el cumpleaños de Fudo... da igual, no os quedéis con los nombres), que a la sazón estaban en Cabo Home, se estaban mojando y por favor, si podían venir a compartir la casa. Compartir es vivir así que se vinieron. Aún tardaron un rato en llegar, con lo que pudieron disfrutar de nosotros comiéndonos nuestro churrasco mientras el suyo se estaba haciendo.

Burla burlando la sobremesa fue pasando, llegó Diego de un viaje y se nos unió, y en seguida fue hora de ir tirando para Beluso, parroquia de Bueu. Que ya iba cayendo la tarde y nos apalancábamos en el salón. Total que para Beluso tiramos, previa parada técnica en Vigo. Antes se tardaba una hora y media en llegar; ahora, con la vía rápida (AKA la carretera de la muerte) se hace mucho más corto, en todo caso llegamos ya de noche y rápidamente preparamos la cena.

"Exquisito!"
Cerviño, cocinero por tradición familiar, nos cebó a base de bien: empanada, tortilla, ensalada, una tabla de jamón de Teruel, otra de ibéricos y otra de quesos, escalopines al Cabrales ,arroz al romero por si alguien se quedaba con hambre... Todo regado con cerveza y un par de botellas de sidra. A eso hay que añadir las tartas que Li dispuso con las velas, las cuales sumaban un número que podría o no haber sido el correcto. En todo caso el homenajeado las sopló y le cantamos Cumpleaños Feliz.

Y hablando de cantar, Javi se llevó la flauta travesera, Li la guitarra eléctrica y Lucas la trompeta y amenizaron la velada a ratos. A otros ratos jugamos al Trivial, al Scattergories o al Guitar Hero, charlamos sin más y bebimos gintonics (o licor café o cubalibres, según). Hasta hubo un amago de partida de rol, que quedó en unas cuantas hojas de personaje.


Nos acostamos a las siete de la mañana, hora arriba o abajo, en pura tradición de Beluso (parroquia de Bueu). Estuvo genial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario