Páginas

lunes, 14 de noviembre de 2011

El mejor plano de la historia del cine

Predator (1987) nos deja, entre otras cosas, la mayor demostración de masculinidad absurda que un macho mononeuronal pueda imaginar en una borrachera de Mahou y carajillos. Cuando Dutch (Arnold Schwarzenegger) se encuentra a su colega Dillon (Carl Weathers, y sí, lo he tenido que buscar), al que hace tiempo que no veía, la cámara se detiene un segundo en su viril saludo:


La escena es tan ridícula que trasciende todas las calificaciones, da la vuelta a la escala y sale por el otro lado convertida en una especie de maravilla moderna. ¿Fue este plano casual, y gustó tanto al director que optó por dejarlo en la peli? ¿Está estipulado en el contrato de Schwarzenegger cuánto y cómo se tienen que apreciar sus músculos? ¿O alguien pensó, alguien planeó esto? Vaya iluminado.

En cualquier caso, esta imagen me obnubila por completo. Como una vez leí en una crítica de Filmaffinity, "una puta obra de harte".

1 comentario: