Anoche llegué a casa a las siete y media acompañado de Pedrito, con el que compartí ron toda la noche hasta el punto de comprarnos a medias el último cubata de la sesión. También estuvo Abel, y Diego, que se fue a casa después de darme un abrazo en el Habana 20.
A Iris le gustó la chaqueta de lana que le compré, y ¡uf!, qué alivio. La tensión de todas las navidades buscando el regalo apropiado se desvaneció. Y ella me regaló ¡una cometa! Una cometa azul, en forma de delta de estas modernas, a la cual ya le sacaré fotos para que la veáis, cuando la haga volar por los parques de Madrid.
En el roscón de mi casa me tocó la figura, con lo que me puse la corona, y en el de casa de Iris el haba... Por suerte, su madre tuvo misericordia y proclamó "¡Ya está pagado!", y salí indemne. Una amiga de mi cuñada Belén, una taiwanesa muy maja llamada Yu Fon, se puso a su vez la corona de ese roscón y la llevó toda la tarde, al parecer, causando el regocijo de los familiares de Iris.
Visité a la abuela Toni, que se vino arriba conforme iba pasando el rato, y parecía una persona diferente cuando, al cabo de hora y media, llegaron mi padre, mi tía Cris y mi prima Ana. Hasta hablaba con más fuerza. No hay nada como darle a la cabeza para mantenerse en buenas condiciones, y no hay nada como Telecinco para volverte gilipollas.
Feliz 2013, gente.
(A la gente le encanta la chaqueta de lana heredada de mi padre, quien por razones insondables ya no la usa. Que se vuelvan a llevar las grecas navideñas y la lana, ayuda.)
Feliz 2013, con tanta haba encontrada en los roscones seguro que será muy bueno. ¡Disfrútalo!
ResponderEliminarUn beso gordo
La madre que te parió