Páginas

domingo, 28 de julio de 2013

Cíes

las islas del Medio y de San Martiño vistas desde O Alto do Príncipe

El martes pasado lo pasé en las islas pseudo caribeñas que coronan la entrada de la Ría de Vigo, las Islas Cíes. Iris y su amiga Tere habían acampado la noche anterior, y yo me cogí el primer barco, el de las 9:15, con Manu y Fátima y un par de amigas italianas de ella. 

El barco tardó menos de lo que yo recordaba, llegando a la playa de Rodas a las diez menos diez, y pronto nos reunimos con las campistas, las cuales se acababan de despertar. Así que mientras ellas desayunaban y recogían y mis otros compañeros se iban al faro grande, yo decidí hacer la ruta opuesta y dirigirme a Monte Agudo, porque, si alguna vez había tomado ese camino, desde luego no lo recordaba.

la playa de Figueiras entre los eucaliptos alóctonos

 Así que así la cámara de Iris y me dirigí al norte, todo contento y solitario. El bosque estaba bastante tranquilo, porque la gran mayoría de visitantes se quedan en la playa o hacen la otra excursión, y además eran las diez y media o por ahí. Al kilómetro escaso de camino hay una bifurcación al Alto do Príncipe, al cual subí y desde el que saqué la foto que encabeza esta entrada. En este punto había algo más de gente, con turistas americanos incluidos.

en Cíes hay al parecer 30.000 parejas reproductoras de gaviota patiamarilla
Luego volví a tomar las de Monteagudo, pasando un buen rato en un observatorio de aves situado sobre el faro, desde el cual vi cientos de gaviotas, incluyendo un par de polluelos entre la maleza, y un puñado de cormoranes, que abundan en las islas.

Estaba ya volviendo a la zona central cuando me llamó Iris, que venía con Tere en mi dirección, así que las esperé y volvimos a llegar hasta el faro e incluso bajamos un poco más hasta el mar. En esas nos cruzamos con un peregrino murciano, que después de Santiago había decidido acercarse a las Cíes ante el consejo de sus conocidos, y que estaba profundamente asombrado. Repetía: "es espectacular, es impresionante, macho". Nos lo volvimos a encontrar en la playa mucho después y seguía encantado de haberse hecho el viaje.

entre las dos muchachas estas está la Costa de la Vela, que remata la península del Morrazo

Porque luego, el resto del día lo pasamos en la playa. Al principio estuvimos un rato en la de Nosa Señora, y nos bañamos incluso (para ser las Cíes, estaba el agua hasta caliente); pero como subió la marea de forma agresiva nos trasladamos a la punta sur de la playa de Rodas. Allí ya pasamos perezosamente el mediodía y la tarde hasta las siete y media, tostándonos al sol y nadando hasta aburrirnos. Siendo bacalaos.

playa de Nosa Señora, con San Martiño al fondo. A esa isla no se accede fácilmente

No hay comentarios:

Publicar un comentario