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sábado, 2 de mayo de 2020

Cafectuosamente

Hola, soy Enzo Garabatos y soy adicto al café. Si no me tomo uno por la mañana estoy medio idiota hasta la hora de comer, y si no me tomo el de sobremesa no soy capaz de aguantar una reunión. He llegado a la conclusión de que no tengo que tomar cartas en el asunto, ya que no tiene contraindicaciones (al menos tomando tres al día como tomo yo). Además, si lo dejase y me desintoxicase, volvería a hacerme adicto en tres cafés. Prefiero la vida con café.

Sin embargo, para ser tan cafetero, no tengo nunca muy claro qué marca comprar. Hay un par de ellas que compro por inercia (Saimaza o Marcilla), y a menudo compro cafés por el hecho de ser fairtrade, respetuosos con la naturaleza y los productores, ya sabéis. Mientras viví en Inglaterra era básicamente mi vara de medir; en España esa "moda" no ha llegado y no hay facilidades para comprar este tipo de productos. Pero llegará, que ahí hay negocio.

En fin, que he decidido, por mi propio beneficio, empezar a evaluar los cafés que compro y tomo en casa, aunque solamente sea para poder decidir cuál me gusta más. Vaya por delante que todos estos cafés han de ser de tueste natural (ni mezcla ni, mucho menos, torrefacto. El torrefacto es veneno), y que los hago en una cafetera italiana como dios manda, nada de nespresos ni mierdas. Las cafeteras semiprofesionales de café espreso son muy guays pero yo no tengo ni considero que sean necesarias para hacer buen café. La cafetera Bialetti es perfecta, en su sencillez, elegancia y funcionamiento.

Por otro lado, tomo el café con leche, largo de café. Leche de vaca. Para la gente preocupada por el bienestar de las vacas lecheras, sabed que comparto tal preocupación, habiendo visto de cerca las instalaciones ganaderas de Asturias. Por eso, hace un año y algo que compro leche de vacas "felices", o al menos que hagan gala de ello en el envase (perdonadme si no hago una campaña de investigación sobre las etiquetas de bienestar animal, eso lo dejamos para el año que viene). En cuanto a la gente que le echa "leche" de soja, pues allá vosotros, sarna con gusto no pica.

Sin más preámbulos, hablemos del primer café, que por ninguna razón en particular es de marca Hacendado, línea "Colombia", variedad "2 - afrutado y equilibrado". Preparado para la sobremesa de hoy y tomado con leche Unicla.

Bialetti OG
Afrutado, afrutado, no sé yo. Me parece un poco agrio. No me fascina; de hecho, me he tomado la taza entera mientras escribía esta entrada, prácticamente sin enterarme. Supongo que me ha quitado el mono.

Lo que es inaceptable es que el abrefácil se ha roto al abrirse. Aquí va un consejo para los diseñadores de envases: renunciad al abrefácil. Prefiero que sea difícil y vaya de cara, que el engaño de que va a resultar fácil. Me cago en mis muertos.

Hala, cuando abra el siguiente paquete compararé.

2 comentarios:

  1. ¿Hay cabida en esta cata para la evaluación de cafés descafeinados (preparados en Bialetti, of course)? De café soluble no hablo, que no quiero provocarle un ictus a Anquises

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  2. Ya es casualidad, justo hoy me pregunté por primera vez si soy adicto al café, porque antes me tomaba uno o dos a la semana y últimamente me estoy tomando uno al día, y siempre un par de horas después de comer, como si mi cerebro hubiera desarrollado la habilidad de recordarme la hora del café igual que me recuerda la de comer. Siendo uno al día no me preocupa demasiado, pero bueno, sigo prefiriendo ser yo quien decida por gusto y no una alarma programada.

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